16 Dic
La rehabilitación del parque residencial español ha dejado de ser solo una cuestión estética o de ahorro de energía, para convertirse en una necesidad social y estructural. Es el mensaje que ha querido transmitir Ana Belén Hernández, vocal de la Junta de Gobierno de ingenierosVA y directora de Crolec, en una entrevista emitida en el programa Hoy por Hoy de la Cadena SER Valladolid. Durante su intervención, nuestra colegiada ha puesto el foco en la antigüedad del parque de viviendas del país y en cómo la rehabilitación puede convertirse en una palanca para mejorar el confort, la seguridad y la accesibilidad de los edificios.
Un parque residencial obsoleto y poco eficiente
La realidad del sector aparece reflejada en el borrador del Plan Nacional de Renovación de Edificios, recientemente publicado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana: casi la mitad de la vivienda residencial en España fue construida antes de 1980, un periodo anterior a muchas de las exigencias actuales de eficiencia y confort. Ese envejecimiento implica que alrededor del 75 % de las viviendas pueden considerarse ineficientes desde el punto de vista energético y no responden a las necesidades del siglo XXI, según ha recordado Ana Belén Hernández.
La mala eficiencia térmica de estas viviendas se traduce en consumo elevado y en una falta de confort térmico: por mucho que se utilicen sistemas de calefacción o refrigeración, la sensación de bienestar dentro del hogar no mejora de forma significativa y los recibos energéticos siguen siendo un dolor de cabeza para muchas familias. Esta situación se agrava además por las sucesivas olas de calor y cambios climáticos recientes, que han confirmado la importancia de contar con aislamiento adecuado, incluso en ciudades como Valladolid, donde hasta hace poco este problema apenas existía en verano.
La seguridad, un reto pendiente
Más allá de la eficiencia energética, la responsable de Crolec ha subrayado que la rehabilitación debe abarcar otros aspectos clave como la accesibilidad y la seguridad estructural. “Cualquiera que viva en un tercero sin ascensor puede imaginar lo que eso significa”, ha señalado, en referencia a las barreras arquitectónicas que aún existen en muchos edificios antiguos. La accesibilidad está además relacionada con la inclusión: mejorarla puede permitir que más personas mayores o con movilidad reducida permanezcan en sus hogares sin depender de terceros.
Sobre la seguridad, nuestra colegiada ha recordado que muchas edificaciones actuales presentan riesgos que muchas veces pasan desapercibidos para sus moradores, y que mecanismos como las Inspecciones Técnicas de Edificios (ITEs) son todavía insuficientes en muchos municipios. Solo cuando ocurre un accidente o un desprendimiento es cuando se exige una actualización normativa más estricta, ha lamentado Hernández.
La rehabilitación como solución al mercado de la vivienda
En su análisis, Ana Belén Hernández ha puesto sobre la mesa un argumento que va más allá del confort: la rehabilitación puede ayudar a aliviar la presión del mercado inmobiliario. El mercado español se caracteriza por una alta demanda que supera con creces a la oferta de vivienda de calidad, haciendo que muchos hogares vivan en condiciones precarias o insuficientes. La reparación y modernización de edificios existentes, ha explicado, puede contribuir a aumentar la cantidad de vivienda disponible para alquiler o venta, y a la vez garantizar estándares mínimos de habitabilidad que muchas familias todavía no disfrutan.
“No hablo de lujo, sino de viviendas donde no hay filtraciones ni moho, donde se puede dormir sin pasar calor o frío y subir a un tercero sin ascensor”, ha destacado la ingeniera, subrayando que una política pública que incentive seriamente la rehabilitación puede tener un impacto amplio tanto en calidad de vida como en dinamización del parque inmobiliario.
La vocal de nuestra Junta de Gobierno ha hecho referencia además a casos reales en los que la rehabilitación ha demostrado resultados tangibles. Por ejemplo, la reforma integral de un edificio de 80 viviendas en Móstoles, gestionada por Crolec, donde los propietarios decidieron avanzar con las obras incluso antes de tener la subvención garantizada. Una vez finalizadas, no solo se revalorizó el inmueble; los residentes también experimentaron mejoras claras en confort y reducción de costes energéticos.
Esta tendencia, aunque todavía incipiente, coincide con datos globales sobre la necesidad de multiplicar la tasa de rehabilitación para cumplir con los objetivos climáticos europeos y alcanzar la neutralidad energética en el sector edificatorio para 2050.
Fondos y ayudas: la importancia de anticiparse
De cara al futuro, Ana Belén Hernández ha instado a los propietarios y comunidades de vecinos a “actuar cuanto antes”. Como ha señalado, los fondos europeos Next Generation han generado una elevada demanda y han quedado en algunos casos “a medias” por la complejidad del proceso y la falta de preparación. Aunque las solicitudes de estas ayudas están cerradas en este momento, el borrador del nuevo Plan Estatal de Vivienda abre la puerta a futuras convocatorias que, según la interviniente, “facilitarán la rehabilitación si se anticipa la planificación”.
Para facilitar este proceso, Crolec ofrece un informe de diagnóstico inicial sencillo y económico, que permite identificar necesidades en accesibilidad, conservación y eficiencia energética, y que estima tanto los costes totales del proyecto como las posibles ayudas y opciones de financiación bancaria. “Te da la capacidad de ir decidiendo” ha enfatizado la colegiada, quien ha aprovechado para recordar la importancia de contar con asesoría técnica para afrontar estos procesos complejos.
