La Escuela

EUP

Evolución de la Escuela de Valladolid

Autor: Ángel Reboto Hernández (exDIRECTOR de la Escuela Universitaria Politécnica de Valladolid)

Publicado en el libro «Ingeniería Industrial, 150 años en España» Univ. Valladolid, 2000.

Para reflejar brevemente la evolución de la Escuela de Valladolid, extraemos los
comentarios que siguen, en su mayor parte del libro conmemorativo del LXXV
Aniversario de la creación de la Escuela. Trataremos de situar las enseñanzas
técnicas y la Universidad hasta 1913 y una vez creada la Escuela, abordaremos
los momentos más relevantes de ella y de sus titulaciones. La reseña histórica
la desarrollamos en cuatro períodos.

PRIMER PERÍODO (HASTA 1913)
La Universidad de Valladolid en el curso 1850/51 tiene 500 alumnos y la ciudad unos 40.000
habitantes; los alumnos cursan Derecho civil y canónico, Teología, Filosofía, y Medicina, y no
tienen cabida ni las enseñanzas técnicas ni las ciencias físico-naturales. En la década de los
60 la Universidad de Valladolid cae en desgracia, ya que el Ministro Orovio queda sin dota-
ción económica parte de los estudios; al tiempo, en Valladolid, la industrialización no existe.
En el último cuarto del siglo XIX, se consolida un sector económico que lleva a disponer de
periódicos y a que se atienda a la Escuela Elemental de Comercio, que entre 1887 y 1902 se
transformó en Superior. La crisis del 98 lleva al regeneracionismo, que en Valladolid se dejó
sentir, pues Santiago Alba, propietario de «El Norte de Castilla» y con intereses y promotor
de diversas industrias, fue uno de los pioneros en lo político y en lo industrial; esta
Regeneración, con influencia desigual, hizo se produjera un cambio de mentalidad y así el
Conde de Romanones (Gobierno de Sagasta), Ministro del recién creado Ministerio de
Instrucción Pública, cambia la política educativa, potencia la Enseñanza Primaria, plantea
una enseñanza plural y laica y da una nueva dimensión a la enseñanza técnica; mediante
decretos y reglamentos (1901 y 1902) le presta una atención preferente a las enseñanzas de
carácter técnico, poniendo de manifiesto que el cambio ha incidido en la sensibilidad del país
respecto de ellas.
El vallisoletano regenerador, empresario y político, Santiago Alba, Ministro de Instrucción
Pública, al pronunciar en la Universidad de Valladolid la lección de apertura del curso aca-
démico 1912/13, justifica los estudios técnicos y profesionales y constituye el antecedente
del nacimiento de la Escuela Industrial de Valladolid, de la que aquél fué el auténtico patro-
cinador, aunque no fuera quien firmara el real decreto de la creación de la Escuela.
En 1910, Valladolid había multiplicado su población por 3,7 mientras que el resto de capita-
les de provincia de Castilla y León responden a una media de 2,3; Valladolid alcanzó la cifra
de 71.000 habitantes sobre un total de 220.000 de las nueve provincias. Este incremento
demográfico fue debido principalmente al crecimiento industrial de la ciudad del Pisuerga,
por lo que se produjo un movimiento inmigratorio hacia ella. El desarrollo económico de
Valladolid, el cambio de mentalidad de ciertos sectores sociales y la nueva sensibilidad polí-
tica a nivel ministerial, durante la primera década del siglo XX, «forman los cimientos de lo
que van a ser los orígenes de nuestra Escuela Industrial. No se trata pues de un hecho aisla-
do ni casual».

SEGUNDO PERÍODO (DE 1913 A 1964)
Parece que en el curso 1913-14, primero de la recién creada Escuela, la matrícula fue de 189
alumnos y las enseñanzas que se cursaron fueron las de Peritos Electricistas y Aparejadores
de Obras. El edificio en el que se desarrollaban las clases era la Hospedería del Colegio Mayor
de Santa Cruz, construido en el último cuarto del siglo XVII. Es evidente que la antigua
Escuela de Bellas Artes, que pasó a denominarse de Artes y Oficios, daba acogida a la nueva
Escuela Industrial. La primera promoción de Peritos Electricistas data de 1917.
En 1922 el Director de la Escuela eleva un informe al Ministro de Obras Pública y Bellas Artes,
en solicitud del título de Telecomunicación y la implantación de los estudios de peritaje
mecánico, éste como consecuencia de la existencia, en la región, de talleres con plantilla de
más cien obreros.
Destacamos que en 1924, Real Decreto de 31 de octubre, se promulga el Estatuto de la
Enseñanza Industrial, que había pasado a depender del Ministerio de Trabajo, Comercio e
Industria, y en él se establecen cuatro grupos: la enseñanza obrera en Escuelas elementales,
enseñanza profesional en Escuelas de Peritos Industriales, enseñanza facultativa en Escuelas
de Ingenieros Industriales, Institutos de investigación en los Centros y Laboratorios de
Investigación Industrial. La enseñanza de Perito Industrial es de seis cursos, y para obtener el
título es necesario realizar un ejercicio de Reválida y haber trabajado doce meses en fábrica
o taller de la especialidad.
En aplicación del R.D. de 1924 y del Reglamento de 1925 se implantan en la Escuela las ense-
ñanzas de Perito Mecánico y Perito Químico.
En 1928 y por Real Decreto, se abscriben las Escuelas de Ingenieros Industriales al nuevo
Ministerio de Economía Nacional, continuando las Escuelas Industriales en el Ministerio de
Trabajo y Previsión. Nos encontramos con tres ministerios distintos y todos tienen algún tipo
de competencia, lo que originaba, por complejo, todo tipo de disfuncíones y enorme buro-
cratización. Por Real Decreto de 21 de diciembre de 1928, los títulos pasan a ser de Técnico
Industrial en sustitución del de Perito.
Durante el curso 1927-28, la Universidad de Valladolid, a pesar de abarcar siete provincias,
tiene sólo 1.312 alumnos oficiales y 1.895 libres, es decir 3.207, cifra que sufre poca varia-
ción hasta comienzo de los años sesenta.
La Escuela pasó a denominarse Superior de Trabajo por Real Decreto de 26 de julio de 1929.
La precariedad de las instalaciones del Colegio de Santa Cruz y la necesidad de equipos ade-
cuados para la enseñanza práctica, hacía desear, un Centro nuevo que desde que se concibió
hasta que se comenzó a utilizar transcurrieron quince años. En 1927 cedió los terrenos la
Excelentísima Diputación, parcela de 4.044 metros cuadrados, que daba a tres calles, La
Merced, Don Sancho y Fidel Recio. En 1930 el proyecto del edificio se alteró al destinar el ala
derecha para Escuela Elemental y el resto para la Superior, aprobándose la obra de aquélla.
La Orden de 21 de julio de 1939 determina las normas para los planes de estudios en las
Escuelas Superiores de Trabajo y autoriza a las enseñanzas de Auxiliares y Técnicos
Industriales para el curso 1939/40, en catorce Escuelas, entre las que figuraba Valladolid, y
que habían permanecido inactivas durante la Guerra Civil.
Fue la Orden de marzo de 1941 la que implantó un plan de estudios nuevo en Madrid y Gijón,
para la formación de Peritos Industriales, denominación que vuelve en sustitución de la de
Técnico y que en el Decreto de 22 de julio de 1942, de reorganización de las Escuelas de
Peritos Industriales, se confirma tal cambio; son cuatro las especialidades, Mecánico,
Electricista, Químico y Textil, con tres años de estudio, comenzando la especialización en pri-
mero (Plan de estudios de tres años). Superadas la totalidad de asignaturas, el alumno tenía
que realizar un estudio técnico de la especialidad, bajo el asesoramiento e inspección de un
Tribunal de Reválida. El acceso se hacía medíante examen de ingreso, prueba psicotécnica y
reconocimiento médico; posteriormente se autorizó a los alumnos para sustituir aquél por
dos cursos preparatorios. Este primer plan de estudios de las Escuelas de Peritos Industriales,
se completó por O.M. de 1944, que dictaba normas para la celebración de los exámenes de
Reválida y constaba de dos cursos preparatorios o comunes, tres de especialidad y Pruebas
de Reválida.
En 1943 se aprobó la Ley de 29 de julio de Ordenación de la Universidad española, de la que
cabe destacar que, pese a que las enseñanzas técnicas, Ingeniería, Arquitectura, Peritos, etc.
pasan a depender del Ministerio de Educación Nacional, sin embargo no se les otorga rango
universitario quedando marginados de la Universidad. El plan perfilado en 1944 sufrió una
variación en julio de 1946, por O.M., que estableció nuevas normas para el examen de
Reválida, exigiéndose un estudio de carácter técnico, consistente en un Proyecto o Estudio
técnico-económico, al nivel de las funciones del Perito Industrial; en dicha Orden se regula-
ron todos los aspectos, como fechas, Tribunales, calificaciones, preguntas en una o más sesio-
nes, etc.
Desde 1936 fue utilizado el edificio por el ejército como almacén hasta 1940 y en 1941 se
concedieron nuevos créditos para reanudar las obras del edificio de la Escuela de Peritos
Industriales de Valladolid, de la calle de La Merced y sin estar concluidas y en forma precipi-
tada se efectuó el traslado en las vacaciones de Navidad de 1942. El edificio continuaba en
obras, y resultó su planificación inadecuada, ya que albergaba la Escuela Elemental y la de
Peritos, y ambas experimentan un fuerte crecimiento en la matrícula de alumnos, por lo que
el edificio empezó a resultar pequeño; esto se complicó más por «nuevas exigencias de los
talleres y laboratorios y la cesión de locales a la Escuela de Artes y Oficios y al Taller-Escuela
Onésimo Redondo, de la Obra Sindical de Formación Profesional, hasta que obtuvieron sus
propios edificios. Con nuevos créditos, a partir de 1943, continuaron las obras y el edificio
quedó en condiciones aceptables hacia 1948, después de casi veinte años de obras.
Nuevas normas provisionales se fijaron en 1948 mediante O.M. que regulaban el ingreso y
establecían las asignaturas de primer curso de la carrera de Perito Industrial; esta consistía
en un acceso medíante pruebas, dos cursos comunes, tres de especialidad y Trabajo de
Conjunto Fin de Carrera (Reválida) (Plan de estudios de 5 años). Un decreto de 23 de diciem-
bre de 1955 modifica nuevamente el acceso y establece dos pruebas: la de madurez sobre
Matemáticas, Física y Química de nivel el del curso Preuniversitario (se la conocía como prue-
ba de ingreso) y un curso selectivo en la propia Escuela; el plan de estudios comprendía un
curso común, tres de especialidad y Reválida o Trabajo de conjunto Fin de Carrera (Plan de
estudios de 4 años).
La Ley de Ordenación de Enseñanzas Técnicas, de 20 de julio de 1957, dice que las Escuelas
Especíales de Ingenieros, las Superiores de Arquitectura y las de Peritos, Ayudantes,
Aparejadores y Facultativos pasan a depender del Ministerio de Educación Nacional, trans-
formadas en Escuelas Técnicas de Grado Superior, donde se impartirían las enseñanzas de
Ingeniero en sus distintas ramas, y en Escuelas Técnicas de Grado Medio en las que se cursa-
rían las de Peritos, también en sus distintas ramas.
El centro de la calle La Merced pasó a denominarse Escuela Técnica de Peritos Industriales y
a sus titulados Peritos Industriales se les empezó a denominar, sobre todo en la legislación
oficial, Técnicos de Grado Medio, así como a los de las otras Escuelas se les mencionaba como
Técnicos de Grado Superior.
La fundación de FAESA (Fabricación de Automóviles de España, S.A.) que, en 1951 dio lugar al
potente complejo de FASA-RENAULT, marcó un hito singular; A la sombra de FASA nacen nue-
vas empresas y talleres. Diríamos que Valladolid, en la década de los 50, «había adquirido una
orientación sobre la que descansará la imagen industrial y su prevalencia económica».
El edificio de la Escuela estaba masificado y las deficiencias y necesidades crecían, por ello en
1959 la dirección de la Escuela Técnica de Peritos Industriales y de la Escuela de Maestría
Industrial, cargo que recaía en la misma persona, gestionó la reforma y ampliación para
Maestría y la construcción de otro edifico para Peritos. En 1960 fue aprobado por el Ministerio
la primera propuesta, que supuso una mejora importante y la masificaeión se alivió al trasla-
darse la Escuela de Artes y Oficios a su nuevo edificio de la calle Leopoldo Cano. La estructura
del edificio perdió la imagen de los años 40 y también se perdió el impacto arquitectónico de
su acceso principal, escalinata de ladrillo en todo lo ancho del hueco de separación del ala dere-
cha e izquierda, que tenía un elevado número de peldaños para salvar la acera de la calle y la
puerta de entrada, con desnivel de aproximadamente tres metros y medio.
En febrero de 1960 aparece el informe, «La educación en España; Bases para una política
educativa» (Libro Blanco), que es una síntesis de la respuesta de distintos sectores en relación
con la reforma educativa.
En diciembre de 1963, el día 14, se conmemoró con diversos actos el 50 aniversario de la cre-
ación de la Escuela; de todo ello quedó constancia escrita en las memorias editadas de los
cursos 61-62 y 62-63 y posteriormente fue recogido en el libro conmemorativo del «LXXV
aniversario de creación de la Escuela», en uno de los anexos.
El inicio de la década de los 60 es explosivo y alentador; llega a España la transformación
económica experimentada por los principales países.’la ideología tecnocrática trata de crear
una ideología orientada a lograr el mayor rendimiento productivo y la menor conflictividad
laboral. Surge el hombre tecnócrata, mitad técnico mitad ejecutivo, reuniendo en uno los dos
modelos sociales que emergen». Aunque la demanda de estos técnicos/expertos es grande,
queda casi reducida a titulados de «grado superior»; en algunas empresas pasan a puestos
relevantes los «técnicos de grado medio» y la demanda de éstos y los de formación profesio-
nal aumenta notablemente. Existen muchos tratados de expertos que han tratado este movi-
miento industrial y del que Valladolid resultó ser un núcleo importante, debido a la industria
de automoción; esto se «dejó sentir pronto en el campo de las enseñanzas».

TERCER PERÍODO (DE 1964 A 1982)
El Decreto de la Presidencia del Gobierno de 23 de noviembre de 1962, en su artículo 16,
establecía directrices y medidas preliminares al Plan de Desarrollo, que encargaba a una
Comisión presidida por el Ministro de Educación Nacional, de la que formó parte el Director
de la Escuela, prof. Sánchez Hernández, y cuyo fin era el de proponer las medidas adecuadas
para incrementar y acelerar la formación de científicos y técnicos de grado superior y medio.
Se promulgó la Ley 2/1964, de 29 de abril, sobre Reordenación de las Enseñanzas Técnicas,
que tomó como base el citado artículo del Decreto de Presidencia de 23/11/62 y el informe
de la Comisión mencionada. Las Escuelas Técnicas de Peritos pasaron a denominarse Escuelas
de Ingeniería Técnica y sus titulados Ingenieros Técnicos; en todos los casos al final se agre-
gaba el nombre de la rama de ingeniería y a los titulados el de la especialidad (Escuela de
Ingeniería Técnica Industrial; Ingeniero Técnico Mecánico). Se fijaba tres años de duración
para las enseñanzas de Grado Medio, a los que accedían directamente los Bachilleres
Superiores y Maestros Industriales, entre otros; los Bachilleres Laborales elementales tenían
que superar un curso de adaptación y los Oficiales Industriales tenían que aprobar un curso
preparatorio. Para obtener el título se tenía que realizar y superar un Trabajo o Proyecto
Conjunto Fin de Carrera (Reválida) y que por Orden de 29 de abril del 64 se suprime el tri-
mestre complementario y deberá realizarse durante el tercer curso.
Uno de los desaciertos de la época del Ministro Lora Tamayo fue la «atomización» o «supe-
respecialización» que se pretendió, pues la Ingeniería Técnica de Grado Medio pasó a tener
casi tres veces más especialidades y cada una respondía a un título. Es evidente que eran
momentos de euforia colectiva, pero se carecía de medios económicos y humanos y lo que
también es grave, la industria española, a pesar del desarrollo que los tecnócratas pretendí-
an, no necesitaba tantos titulados ni para tantas especialidades como se habían establecido.
En lo que afectaba a la Escuela de Valladolíd los tres títulos de Perito, Mecánico, Eléctrico y
Químico, se desdoblaron en tres nuevos cada uno, o sea que daban lugar a nueve títulos
(Decreto 2430/1965, de 14 de agosto). En los planes de estudio aparecieron gran número de
asignaturas cuatrimestrales.
Con fecha 13 de febrero de 1969, y mediante Decreto, quedaron reguladas las especialida-
des a cursar en las Escuelas de Arquitectura Técnica y de Ingeniería Técnica; se abandonó la
superespecializacíón, en lo que a títulos se refiere, volviéndose a la estructura clásica, con la
novedad de la inclusión de asignaturas optativas para proporcionar una mayor especiali-
zación. La Escuela de Valladolíd impartía las tres especialidades de Mecánica, Electricidad y
Química Industrial, en la segunda figuraba la intensificación Electrónica Industrial. La for-
mación era muy generalista y las intensificaciones se diferenciaban en las asignaturas opta-
tivas, que eran bloque obligatorios de tres o cuatro de ellas (Plan de 1969).
El «Libro Blanco», en el que se estructuraba todo el sistema educativo, que fue publicado en
1960 y del que hemos hecho algún comentario, sirvió de base para la Ley 14/1970, de 4 de
agosto, General de Educación y Financiación de la Reforma Educativa. La ley por primera vez,
reconoce como universitarios los estudios profesionales y científico-técnicos.
En el curso académico 1971/72 se inician las enseñanzas de primer curso con carácter expe-
rimental, según dispone un Decreto de 22 de agosto de 1970, y en los dos cursos sucesivos,
y con el mismo carácter experimental, se iniciaron segundo y tercero respectivamente. Las
enseñanzas de Ingeniería Técnica pasan a la Universidad, no sin antes estar sometidas a la
supervisión y venía de los órganos de gobierno, a través de una «Comisión Gestora de
Coordinación e integración» nombrada para tales efectos. El Decreto 1377 de 10 de mayo de
1972, establece la integración de las Escuelas de Arquitectura e Ingeniería Técnica en la
Universidad como Escuelas Universitarias y los títulos son respectivamente Arquitecto
Técnico e Ingeniero Técnico y Arquitecto e Ingeniero, los primeros se imparten en Escuelas
Universitarias y los segundos en Escuelas Técnicas Superiores.
La Escuela experimentó en la matrícula de alumnos un gran incremento al establecerse el
Plan de 1964, llegando a tener casi 1000 alumnos en el curso 1970/71. El Ayuntamiento que
siempre adoptó posturas de apoyo hacia la Escuela, dada la importancia de los estudios y el
elevado número de alumnos, cedió al Ministerio de Educación y Ciencia un solar de 10.000
m2, en Huerta del Rey, para la construcción del edificio que precisaba. Por O.M. de 13 de
noviembre de 1970 se anunció el concurso para la construcción de la Escuela de Ingeniería
Técnica Industrial, a la que se trasladó el equipamiento en Navidad de 1972, una vez con-
cluidas las obras, y en enero de 1973 se reanudó el curso 1972/73 en la ya denominada
Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial.
La población estudiantil de la Universidad experimenta un despegue espectacular, a lo que
contribuyó la incorporación de las Escuelas Técnicas, a pesar de los descensos originados por
la separación de las Escuelas de las provincias vascas (1968) y las de Santander (1972). En
1965/66 la Universidad tenía 5.000 alumnos y a finales de 1982 cerca de 19.000; la Escuela
de Valladolíd presenta unos cambios en la matrícula que no entramos a analizar y que se
recogen en el cuadro siguiente.

CUARTO PERÍODO (DE 1983 HASTA HOY)
Superadas la crisis económica y la transición política, nacen nuevos retos en los primeros
años de la década de los 80. Comienza la Tercera Revolución Industrial y surge una fuerte
competencia tecnológica y el obrero, incluso cualificado, es reemplazado por la informática
y la robótica.
Por primera vez en la larga historia legislativa universitaria, se promulga una Ley sensible a
este «tercer momento», es conocida abreviadamente como LRU o Ley Maravall, y es la Ley
Orgánica 11/1983, de 25 de agosto, de Reforma Universitaria. La ley, que también abre una
nueva etapa en cuanto a la Autonomía Universitaria, deja bien claro que su objetivo esen-
cial es el desarrollo científico-técnico.
La Ley de Reforma Universitaria, las leyes y decretos que posteriormente aparecieron, entre
los que cabe señalar los Estatutos de las Universidades, y en particular los de Valladolid de
26 de junio de 1985, han producido, en su aplicación, una extraordinaria transformación en
la Universidad española.
La Escuela Universitaria entonces de Ingeniería Técnica Industrial, creemos que entendió,
decidió y vivió el cambio desde los primeros momentos. Fue pionera en la Univ. de Valladolid
al introducir los estudios de Informática y de Telecomunicación, y así, se implantaron en el
curso 1985/86 los de Diplomado en Informática de Gestión e Informática de Sistemas Físicos,
con los que la Escuela pasó a ser Politécnica, y en el curso 1987/88 el de Ingeniero Técnico
de Telecomunicación en la especialidad de Equipos Electrónicos. En cuanto a la reforma de
planes de estudio, cuyo inicio, en el Consejo de Universidades, data de 1985, se abordó con
ilusión y con gran esfuerzo ya que simultáneamente se trabajó en la organización y gestión
de los estudios nuevos mencionados y en las propuestas para homologación de los antiguos;
de éstos, después de un largo y debatido proceso, desarrollado por las diferentes comisiones,
se han iniciado los planes reformados, los dos de Ingeniero Técnico en Informática de Gestión
y de Sistemas en el curso 1990/91, el de I.T de Telecomunicación, especialidad Sistemas
Electrónicos, en el curso 1995/96, los cuatro de I.T. Industrial, especialidad en Electricidad,
especialidad en Electrónica Industrial, especialidad en Mecánica y especialidad en Química
Industrial, en el curso 1996/97. Por último, destacar que una nueva oferta docente se comen-
zó a gestar en el año 1990 y la memoria y plan del nuevo título, Ingeniero Técnico en Diseño
Industrial, fue aceptado por todos los organismos competentes a lo largo de 1994; en 1997
se autorizó la implantación, iniciándose las enseñanzas en el curso académico 1997/98.
Dentro de este apartado cabe señalar que las previsiones de la reforma no consiguieron algu-
nos importantes objetivos por lo que se modificaron los decretos que la regulaban y se han
tenido que adaptar algunos planes a las nuevas exigencias, a unos se llegó a tiempo y a otros
no; así en el curso 1993/94 implantamos los planes adaptados de los dos títulos de
Informática. Pero esto no termina pues la insatisfacción creada con la reforma ha provoca-
do nuevos acuerdos y recomendaciones, que nos llevaron, en breve, a una «reforma de la
reforma» que se acometió en el año 1999 para que la implantación comience en el curso
2000/2001; esperemos responda a las expectativas del nuevo milenio.
Desde el año 1986 se ha mejorado ostensiblemente la infraestructura en la Escuela de
Valladolid pues se han realizado en el edificio varias remodelaciones interiores, años 87, 89,
92, 96 y 98, y dos ampliaciones, una en el año 1989 y otra en el año 1996, con lo que hemos
logrado espacios para conseguir mayor número de aulas, laboratorios y despachos, para
construcción del salón de actos, para ampliación de las zonas de Biblioteca y de igual forma,
se ha conseguido estructurar zonas de talleres y laboratorios que estaban en condiciones
poco aptas para la enseñanza, etc. Se han dotado servicios generales de información y repro-
ducción, de medios audiovisuales, de Hemeroteca y Normalización Industrial, de aula para
Proyectos Fin de Carrera, de aulas informáticas para las distintas ramas de las ingenierías que
se imparten, Aula de Grado, laboratorio multimedia, videoconferencia, etc.
Unas cifras nos centran en algunos aspectos de la evolución de la Escuela tomando de
referencia el curso 1982/83. Se incluyen datos de los cursos 98/99 y 99/2000, puesto que en
ese intervalo se ha producido la separación de los estudios de Informática al incorporarse a
la recien creada Escuela Técnica Superior de Informática:

DENOMINACIÓN        1982/83    1998/99    1999/2000
Profesores        69    172    150
Personal Admin. y    Serv.    28    50    48
Titulaciones        3    8    6
Alumnos (1a vez)        296    770    551
Alumnos total        685    3.531    2510
Puestos Biblioteca        120    496    424
Laboratorios y Talleres    21    42    43

Cabe destacar en este cuarto periodo la Ley 12/1986 de uno de abril, sobre regulación de las
Atribuciones profesionales de los Ingenieros Técnicos. Conviene, por la trascendencia que ha
tenido y tiene, resaltar algunos párrafos de los artículos primero y segundo: «Los Arquitectos
e Ingenieros Técnicos… tendrán la plenitud de facultades y atribuciones en el ejercicio de su
profesión dentro del ámbito de su respectiva especialidad técnica». «A los efectos previstos…
se considera como especialidad cada una de las enumeradas en el Decreto 148/1969 de 13
de Febrero…».
A continuación detallamos los directores, y períodos de mandato correspondientes, que se
ha tenido la Escuela en sus ochenta y siete años de existencia.

DIRECTORES    COMIENZO    TERMINACIÓN
D. Ramón Nuñez Fernández    1-Oct-1913    30-Sep-1923
D. Arturo Beleña Porto    1-6ct-1923    26-Oct-1924
D. Aurelio Arévalo Carretero    27-Oct-1924    IO-Dic-1929
D. Anastasio Daniel Alvarez    11-DÍC-1929    27-Ene-1932
D. Joaquín No Hernández    28-Ene-1932    25-Abr-1941
D. Manuel Velasco de Pando    26-Abr-1941    1 -Jul-1945
D. Hermenegildo Santiago Burgos    2-Jul-1945    13-Nov-1954
D. José No Martín    14-NOV-1954    17-Nov-Í959
D. Pedro Sánchez Hernández    27-NOV-1959    21-Ene-1983
D. Francisco Marcos Villanueva    26-Ene-1983    31-May-1986
D. Ángel Reboto Hernández    1-Jun-1986    2001
Dª. Mª Ángeles Martín Bravo    2001

En el libro mencionado al principio y en el Informe de Autoevaluación de la Escuela, realiza-
do en el curso 1998/99, así como en la página web, se encuentra tratado ampliamente todo
lo expuesto y otros datos de interés.

Ángel Reboto Hernández
DIRECTOR

EUP

Escuela de Ingenierías Industriales

La Escuela de Ingenierías Industriales (EII) de la Universidad de Valladolid es el resultado de la unificación de la antigua Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII), la antigua Escuela Universitaria Politécnica (EUP) y las instalaciones de los Departamentos de Ingeniería Química y Tecnología del Medio Ambiente e Ingeniería de Sistemas y Automática de la Facultad de Ciencias (en la actualidad edificio mixto FFCC y EII), todos ellos pertenecientes a la Universidad de Valladolid.

El Centro de Ingenierías Industriales (EII) fue autorizado por la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León (acuerdo 11/2009, de 23 de Enero 2009, BOCyL nº18, pág. 2356, de 28 de enero de 2009). Junto a la creación de la Escuela de Ingenierías Industriales, el acuerdo autoriza la supresión de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII) y de la Escuela Universitaria Politécnica (EUP).

El nuevo Centro de Ingenierías Industriales (EII) de la UVa ha entrado en funcionamiento en el curso 2009-2010 y tiene competencias para la organización de las enseñanzas oficiales conducentes a la obtención de los títulos oficiales en el campo de la Ingeniería Industrial.

En el Curso 2018-2019 se inauguró el nuevo Aulario de la Escuela de Ingenierías Industriales de la Universidad de Valladolid, IndUVa.
El IndUVa dispone de 34 aulas destinadas a docencia, con una capacidad aproximada de 2500 estudiantes.
Cada una de las 34 aulas está dedicada a diversos hombres y mujeres relacionados con la ingeniería, la ciencia o la tecnología. En la mayoría de los casos, son personajes olvidados que la Escuela quiere rescatar de la historia como un sencillo homenaje que los mantenga en nuestro recuerdo.

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